
Desde una pregunta tan simple, “Paula” de Isabel Allende te atrapa. Lo que empezó como una carta destinada a su hija en coma pronto se convierte en un canto desgarrado de una madre que narra su vida para que, si un día despertaba, entendiera por qué existía. La trama va y viene entre emociones, saltos de tiempo, historias familiares y el peso de la política chilena, consiguiendo que cada página tenga una resonancia poderosa.
Lo que hace excepcional a este libro no es solo el dolor (ya conocido desde el inicio) sino la forma en que Allende convierte ese dolor en belleza literaria. Estamos ante una autobiografía más que una novela: una crónica íntima de una madre que necesita decirlo todo, abrir su memoria y su corazón. Leemos sobre una niña fantasmagórica, sobre enemigos lejanos y queridos cercanos, sobre el exilio, la esperanza, la pérdida y la redención.
La prosa de Allende arde con vida, con magia y una brutal sinceridad: describe su niñez con encanto, el golpe militar con furia y la agonía de Paula con una tristeza que cala hondo. Y lo más increíble: cada recuerdo, cada confesión, parece hacerse más vivo por la presencia casi fantasmal de la hija. Así, el relato de la enfermedad de Paula deja de ser una tragedia personal para convertirse en una experiencia compartida. Como dijo Publishers Weekly, “Allende hace de este escenario sombrío un encuentro maravilloso con los dolores más íntimos y las alegrías de otro ser humano” .
Lectores de todas partes coinciden: “es el libro más conmovedor, personal e íntimo”. Cuando lo cierras, sabes que has sido parte de un viaje: del hospital al exilio, del pasado turbulento al presente incierto, todo entrelazado por un amor que atraviesa la muerte.
Aquí no encuentras discurso político ni bandera feminista: encuentras verdades humanas universales. Un homenaje a Paula que actúa como catarsis para la autora y para el lector. Un testimonio emotivo que duele y sana al mismo tiempo.
Así que te lanzo otra pregunta: ¿qué estarías dispuesto a leer para entender el infinito amor de una madre y la devastación de una pérdida anunciada?
Este no es solo un espectacular libro de memorias, es un acta de amor y duelo, una obra que resuena con la historia de cada familia, con la certeza de que la vida es frágil —y la escritura, a veces, lo único que nos queda. Si buscas un libro que te desarme, te conmueva y te reconforte, “Paula” es esa joya literaria que no solo vale la pena leer… sino sentir.
En definitiva, Paula no es solo una lectura, es una experiencia transformadora que nos recuerda que la escritura puede ser refugio, memoria y despedida al mismo tiempo; Isabel Allende logra, con una honestidad desgarradora y una ternura feroz, convertir el dolor más íntimo en un legado universal, y al hacerlo, nos invita a mirar nuestras propias pérdidas con la certeza de que, mientras exista una historia por contar, siempre habrá un modo de amar más allá del silencio.
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