Por Felipe Puerta

“Aún estoy aquí” (Ainda Estou Aqui), dirigida por Walter Salles, es mucho más que una película basada en hechos reales. Es una experiencia emocional que atraviesa generaciones, un homenaje silencioso pero poderoso a todas las mujeres que han sostenido el mundo en medio del colapso.
Inspirada en el libro homónimo de Marcelo Rubens Paiva, el filme cuenta la historia de Eunice Paiva, esposa del diputado brasileño Rubens Paiva, desaparecido durante la dictadura militar en los años setenta. Pero más allá de centrarse únicamente en el drama político, la película nos sumerge en el universo íntimo de Eunice: madre de cinco hijos, esposa, abogada, mujer. Una figura que, en medio del dolor y la incertidumbre, se niega a derrumbarse. La vemos hacer lo imposible por proteger a su familia, reconstruir su vida, y mantenerse en pie aun cuando las ausencias no tienen explicación —y esas, precisamente, son las más devastadoras.
Fernanda Torres ofrece una actuación conmovedora que le ha valido múltiples premios, encarnando con sutileza y fuerza a una mujer que se reinventa sin victimizarse, que enfrenta el duelo con dignidad y transforma la pérdida en lucha. Su interpretación nos recuerda que el dolor también puede ser una semilla de transformación colectiva.
La película, galardonada con el Oscar a Mejor Película Internacional, logra narrar una de las etapas más oscuras de la historia brasileña con una mezcla de ternura y claridad. Sin rencor, pero con firmeza, Aún estoy aquí denuncia las atrocidades de la dictadura, al tiempo que honra el papel esencial que jugaron las víctimas y sus familias en el proceso de redemocratización del país.
También es una historia de memorias, de vínculos, de luchas internas. El guion aborda con particular sensibilidad el paso del tiempo, el desgaste emocional de la espera, y las enfermedades como el Alzheimer, que borra recuerdos pero no sentimientos. Cada escena está impregnada de una humanidad profunda que conecta con el espectador en distintos niveles, tocando fibras tan personales como colectivas.
“Aún estoy aquí” es una obra necesaria. No solo por su valor histórico o cinematográfico, sino porque nos habla del coraje de seguir adelante cuando todo parece perdido. Es una carta de amor a quienes se quedaron a pelear en silencio, a quienes cuidaron cuando nadie más lo hacía, y a quienes, aun entre lágrimas, nunca dejaron de estar.
Califica la crítica e interactúa en nuestra comunidad. La valoración es sobre 5 puntos.
Sobre el autor

Felipe Puerta
Fundador y director del medio digital Cementerio de libros.
Ad ganga med bok I maganum.
"No eres lo que escribes, eres lo que lees".