Libros 20 diciembre, 2025

¿Qué significa realmente pertenecer? Pachinko, el libro que trata de explicarlo.

Pachinko de Min Jin Lee.
  • Voto autor

    5

¿Alguna vez te has preguntado qué significa realmente pertenecer? Pachinko, de Min Jin Lee, parte de esa pregunta universal y construye una historia tan íntima como inmensa sobre la identidad, el arraigo y las heridas silenciosas que se heredan de generación en generación.


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¿Alguna vez te has preguntado qué significa realmente pertenecer? Pachinko, de Min Jin Lee, parte de esa pregunta universal y construye una historia tan íntima como inmensa sobre la identidad, el arraigo y las heridas silenciosas que se heredan de generación en generación.

Pachinko, de Min Jin Lee, es una obra que trasciende la etiqueta de “novela histórica” para convertirse en una exploración íntima y universal sobre lo que significa pertenecer, resistir y permanecer ligado a quienes amamos aun cuando el mundo parece desarmarse alrededor. A través de generaciones de una familia coreana obligada a reconstruirse en Japón, la autora teje una historia donde lo personal y lo político se entrelazan con una precisión conmovedora.

Todo comienza con Sunja, cuya vida toma un rumbo inesperado tras un embarazo no planeado. Su decisión de emigrar a Japón no solo redefine su destino, sino el de todos los que vienen después. Desde ese punto, la novela se convierte en un espejo generacional: cada hijo y cada nieto intenta encontrar su lugar en un mundo que los recibe con hostilidad y prejuicio. Y ahí emerge uno de los grandes aprendizajes del libro: comprender que cada generación tiene sus propias aspiraciones. Algunos buscan estabilidad, otros persiguen oportunidades económicas, otros solo sueñan con bienestar o con ser, por fin, vistos como iguales. Aunque no vivamos en Corea o Japón, estas dinámicas resuenan porque son, en esencia, humanas; las mismas tensiones y sueños existen en cualquier familia, en cualquier sociedad.

Pero Pachinko va aún más lejos. Nos recuerda lo valioso (y también frágil) que es un vínculo. Lo difícil que puede ser crearlo y sostenerlo cuando se vive entre dos mundos. Para quienes migran, la identidad se vuelve una tierra movediza: no son de aquí, ni de allá, y en esa grieta emocional se construyen relaciones que deben ser más fuertes que la discriminación, que la pobreza, que la violencia silenciosa del rechazo. La novela muestra con una sensibilidad profunda cómo la familia se convierte en el único refugio posible cuando la sociedad se empeña en expulsarte.

Y, sin embargo, la autora también invita a algo que pocas narraciones de migración se atreven a abordar de forma tan honesta: mirar la otra perspectiva. No solo entender el dolor y la lucha del que llega, sino también la inseguridad, el miedo y los prejuicios del que recibe. Lee sugiere, sin justificar la discriminación, que la historia siempre tiene dos lados, y que para comprender realmente el tejido social es necesario escuchar ambas voces. Esta mirada compleja hace que la novela sea no solo una lectura emotiva, sino también un ejercicio necesario de empatía.

La discriminación que enfrentan los personajes (la pobreza, el trato indigno, la negación sistemática de ciudadanía, las barreras laborales y sociales) no está retratada con sensacionalismo, sino con una claridad que desarma. Y frente a ese dolor, brilla la resiliencia: especialmente la de las mujeres, quienes sostienen a toda la familia con fuerza silenciosa y amor inquebrantable. Sus sacrificios, su dignidad y su capacidad de crear hogar incluso en los entornos más hostiles son algunas de las páginas más poderosas del libro.

Pachinko también abre una ventana a una parte de la historia que fuera de Asia se conoce poco: la situación de los coreanos en Japón, un pueblo sin ciudadanía, sin raíces fijas y sin un lugar seguro al que volver. Y, aun así, a pesar de los golpes, cada generación sigue intentando darle sentido a su vida, reinventarse, encontrar la forma de pertenecer.

Aunque hacia el final algunas tramas pueden sentirse más rápidas, la novela nunca pierde su profundidad emocional. Se nota que es una historia gestada durante casi treinta años: cada página está escrita con paciencia, respeto y una sensibilidad tan honesta que conmueve.

En definitiva, Pachinko es un recordatorio de que los vínculos son nuestra verdadera riqueza, que construir pertenencia es un acto valiente, y que comprender a los otros (a los que llegan y a los que ya estaban) es la única manera de construir historias compartidas. Un libro que ilumina, que humaniza y que nos devuelve una verdad esencial: al final, todos buscamos lo mismo: un lugar donde sentirnos en casa.

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Sobre el autor

Felipe Puerta

Fundador y director del medio digital Cementerio de libros.
Ad ganga med bok I maganum.
"No eres lo que escribes, eres lo que lees".

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